NUEVOS CAMINOS

No sé si fueron los deseos que sentía por perderme entre su brazos o si fueron sus ojos los que me acariciaron la piel, sentía que podía volar bajo el cielo infinito abierto como las alas de una bella mariposa en pleno vuelo brillando más que los relámpagos que se extendían por todo mi cuerpo bajo los latidos del corazón. Sería aquí entonces mi último destino en hornor al amor, mi último vuelo, mis últimas lejanías, idas y venidas. Sabía que respiraba el perfume amargo aunque no notaba el olor, no sabía diferenciar su olor bajo los efectos adversos y maliciosos del amor. Sabía que no podía escapar, que me encontraba entre las garras que se clavaban en mi piel desgarrándola por cada suspiro, por cada recuerdo...sabía que él ya no estaba allí. Lo había dejado, lo había dejado de amar...y así sin más el cielo infinito en el que encontré mi estrella, se cerró,abriendo paso a las nuevas arañas que tejían sus hilos de sentimientos debajo de cada uno de los poros de mi piel...pude recordarlo aún habiéndolo amado, pude sentirlo aún habiéndolo olvidado, pude sonreír aún habiéndolo odiado, pude ver que el tiempo había hecho su trabajo y lo había hundido en el recuerdo, como aquel que dejé de amar, como aquel que dejo de ser mi estrella, mi camino, mi vida...y me sentí grande y eterna de haber cerrado las puertas de ese umbral envuelto de cenizas.